
Iluminada por una lámpara de bronce del siglo XIX, la cocina-comedor es el lugar perfecto para llenar el estómago y pasar una agradable sobremesa en compañía.
Cuenta con una recia mesa desplegable, capaz de admitir a muchos comensales, así como dos grandes y mullidos sofás en los que reposar las comidas junto al entretenimiento del televisor y la gratificante compañía y charla de otros.
La amplia cocina, equipada con todo lo necesario, hará las delicias de quienes quieran explorar, o explotar al máximo, su talento culinario.










